Salud ocular: La vitamina A es fundamental para mantener la visión saludable. Es esencial para la conversión de la luz que llega al ojo en una señal eléctrica que puede ser enviada al cerebro. La deficiencia de vitamina A puede llevar a una condición conocida como ceguera nocturna y aumentar el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad.
Función inmunológica: Juega un papel importante en el mantenimiento y la regulación del sistema inmunológico. La vitamina A ayuda a producir y funcionar los glóbulos blancos, que son clave para combatir las infecciones.
Salud de la piel: Contribuye a la salud de la piel al promover la reparación y el mantenimiento de las células de la piel. Una deficiencia de vitamina A puede llevar a una piel seca y escamosa.